Por más vueltas que le daba, no entendía cómo había podido llegar a aquella situación que escapaba a su control. Durante toda su vida había sido un hombre alegre y positivo, sin más pretensión que la de vivir. Tenía a su familia y a sus amigos de siempre, había alquilado junto a su pareja un bonito apartamento cerca de la playa, tenía trabajo…; pero lo que él no sabía es que lo había encontrado todo en la vida, menos a sí mismo.
Aquel día explotó. Hacía semanas que por su cabeza rondaban todo tipo de mensajes hirientes cuya propia autoría aún le costaba creer:
“Eres un fracasado.”
“No vas a ser nadie en la vida.”
“El resto de gente es mejor que tú.”
Se lo había repetido a sí mismo una y otra vez, hasta conseguir que la mentira se hiciera verdad. Al fin entendió aquella frase que había escuchado en alguna ocasión y que nunca se había tomado en serio: “estoy rodeado de gente, pero me siento solo.”
Y allí, con los pies al borde del abismo, veía a personas diminutas desde decenas de metros de altura. Por primera vez, había ganado.
Nunca se sabe lo que puede pasar por la cabeza. Es todo un misterio.
Por eso no se puede criticar, opinar…..
Me gustaMe gusta
Hola, Jacqueline. La mente es muy compleja e intentar comprenderla es todo un reto; quizás en parte porque un tema tan común y a la vez tan desconocido como el de esta historia se sigue considerando un tabú en nuestra sociedad. Saludos y gracias por tu comentario.
Me gustaMe gusta